Verdades a medias

Era una tarde fría, pero calida al mismo tiempo, el cielo estaba gris pero dejaba ver el blanco de las nubes. No hacia aire, las hojas solo se movían cuando se desprendía suavemente de las ramas que la abrazaba hasta que le llegaba su hora. Una mirada perdida contemplaba ese paisaje a través de una ventana en un divagar de pensamientos banales que le acosaban en su mente, sin prestarles la mas mínima atención, sentada en un sillón confortable de piel negro, un poco inclinado hacia detrás. Estaba relajada, tan solo contemplando, hasta que escucho el sonido del móvil, sabia que no era una llamada sino un mensaje, entonces su cuerpo se puso en tensión dispuesto a levantarse, en aquel momento su pensamiento se centro en quien podía ser. Se levanto y se dirigió hacia el móvil, se le cambio la cara, y su aptitud su cuerpo se torno rígido y sus facciones se volvieron serias, vio quien era su expresión: ¡uff!, le contesto al mensaje, diciéndole que solo aceptaría su amistad, que en ese momento valoraba su libertad, que claro que estaba abierta al amor, pero a el no, que la respetara, que las veces que ha quedado se ha sentido incomoda no respetando su espacio y sus palabras y se a tenido que poner a la defensiva para que no se pasara ni un pelo y eso no era quedar para charlar porque se sentía mal, su cuerpo rechazaba todo contacto, aunque solo fuera un beso en la mejilla, porque sabia que cuando pasara un rato le tiraría los tejos, entonces a decidido no volver a quedar ni a verlo. Escrito el mensaje, se volvió a su sillón a volver a contemplar a través de la ventana la tarde fría y gris, e intento relajarse y poco a poco consiguió relajarse, volvió a sonar el móvil, pero ni se cosco decidió que ese momento era para ella y solo para ella.

Hasta ahora no encontrado ese compañero de viaje que toda persona sueña que le acompañe hasta el final de su vida, donde compartir: risas,tristezas, experiencias etc...Desde muy pequeña nunca me ha faltado el amor, pero e carecido de ese amor que toda mujer anhela,siempre he tenido muy malas experiencias en el terreno sentimental, e sido una persona que todo lo ha dado, e idealizado mucho a mis parejas y yo no me he valorado lo suficiente. He creído hasta hoy que todavía existe ese príncipe azul que te rescata de todo los problemas y te lleva a su palacio sin preocupación,jajajaja que ilusa. Todavía veo las pelis románticas y "el fueron felices y comieron perdices" y después ¿que? cuando empieza la convivencia y el día a día,el como la rutina va deteriorando esa pareja y lo que al principio era preparar un desayuno,con su café en el punto que le gusta,sus tostadas con la mantequilla que se derrita y de regalo una rosa, anda  para que empiece bien el día y a la larga se convierte en una obligación y se lo prepara a la ligera el café esta a gusto tuyo, se te queman las tostadas y las rosas ni se te pasan por la cabeza  y sin ganas, o cuando estas deseando de llevarte todo el día a su lado y se te hacen las horas eternas suspirando mientras te acuerdas del ultimo beso y la ultima caricia...y cuando llevas un tiempo de convivencia, se te olvida el beso de la mañana, el de regreso y ya le das un beso cuando te acuerdas, sin sentirlo y la caricias,se te acerca un par de veces y siempre buscando excusas: déjame ver la tele, estoy cansada, échate para ya, que pesado eres,etc... jajajajaja.Yo pienso que todos nos gusta las cosas que nos entra por la vista,pero que también hay cosa que nos entra por el corazón,pues entonces yo creo que para tener esa pareja que nos gustaría, es empezar a conocerse uno mismo lo que le gusta y no, pero siempre sabiendo cuales son los gustos de uno y lo que quiere en la vida para que en el amor te salga como quieres,no perfecto porque nadie es perfecto,pero si similar, a ti aunque cada uno tenga su carácter pero ya conociéndose uno mismo, sabe lo que puede ofrecer y sabe también lo que quiere y puede escoger.

Itzel.